Tocada con Mooi 10 nov 2011

Resistencia.

El Atlántico es un lugar que se ha mantenido como oferta de cultura alternativa discreta, sencilla, no estrambótica ni rimbombante en el Centro de la ciudad. Tienen talleres, cineclub, exposiciones de arte, música original en vivo y chelas.

Desde que comenzamos a tocar con Chamomile, hemos visto nacer y fenecer un buen número de espacios con similares intenciones. Las historias por las cuales cierran deben ser muchas y las desconocemos. El que mejor recuerdo es el Atrio (no el de la Roma, obviamente): buen momento y buen espacio. Con el tiempo devino a espacio donde daban clases de Zumba y finalmente terminó en mercado, chale.

Otro espacio de sumo interés: la terraza del CCE. Sigue funcionando y al parecer en muy saludable condición, aunque en lo personal, tiene mucho que no voy.

También recuerdo el Hostal Virreyes (¡horchata legendaria con LMDJ!), el Laboratorio de Arte, y mmm... hasta ahí alcanza mi memoria pa nombres, pero conocimos y tocamos en varios otros.

Bien, ya habíamos tocado hace tiempo en el Atlántico y los cambios con los que nos encontramos son positivos: mejor organización y mejor equipo de audio; aunque por ser un espacio muuuuy grande, conserva complicaciones acústicas. Lo que sí es que está muy enclavado en el mero centro del Centro y a eso sumemos que todas las calles están en eterna reparación (sobre todo nocturna) y es mucho desmadre llegar.

La tocada transcurrió bien. Sin exageraciones positivas ni negativas. Bien. Poquita gente. Hicimos difusión en redes pero no pudimos contra el poco varo que queda después de un puente, sumado a la huevita que produce el duro frío y que no invita a salir en jueves por la noche. En fin, los que estuvimos ahí, me queda claro que la pasamos chido. Mooi, la banda con quien alternamos muy disfrutable. Excelentes músicos acompañando a una voz dulce, intensa y sobre todo: peculiar, fuera de la tonalidad que se escucha por todos lados.

Nosotros, pues... teníamos iluminación sabrosa, un buen escenario, backline buenazo y un audio que si no era el más chingón, si daba pa sabrosear; y que nos soltamos. A echarle como su hubiera sopetecientas personas escuchando, qué diablos. Mariana se soltó con las palabras, se comunicó con la gente más de lo normal y le aplaudieron bien su discurso sobre la femineidad, el sexo, la honestidad y la actitud. Cuidado con dirigirle un led y subirla un metro en la tarima porque no la paras. Santi fue el más sonriente en esta ocasión (creo yo). Tranquilo y sin preocupaciones. A Sam, aunque parezca muy serio, no le cuesta nada de trabajo echar escena y groove gordo. Serch, el arma secreta, siempre preciso y dinámico. Creo que disfrutó la bataca (que puso el baterista de Mooi) con unos toms que sonaban precioso. Yo me encontré de nuevo con un fender, pero vintage y, a pesar de que de pronto dejaba de sonar por sobrecalentamiento, me gustó bastante.

Con monitoreo escaso pero con buena respuesta de la audiencia tiramos el set que actualmente promovemos.

Resistencia. Permanencia. Estrategia y paciencia.